Definición:
Porción de alimento que deriva de la pared celular de las plantas, que es muy poco digerida por los seres humanos. Con el descubrimiento de los polisacáridos hidro coloides, con efectos similares a las paredes celulares, se redefinió fibra dietética (FD) como la suma de polisacáridos y lignina presentes en los vegetales que no son digeridos por las secreciones endógenas del tracto gastrointestinal y que fermentan parcial o totalmente en el intestino. Aunque la lignina no es un polisacárido, es parte de la FD, ya que está unida a ella y es resistente a la acción de las enzimas digestivas.
Existen distintos tipos de fibras con efectos fisiológicos diferentes. La clasificación más importante desde el punto de vista nutricional podría ser la que la separa en función a su capacidad de hidratarse y formar geles en un medio acuoso. Así puede dividirse en fibra soluble (FS) y fibra insoluble (FI).
Los alimentos que más fibra aportan son los cereales integrales, legumbres, frutas, verduras, nueces, semillas. Vale la pena recordar los alimentos de consumo habitual que no contienen fibras, como las carnes, huevos, leche, grasas y azúcar
de mesa. Se considera que un alimento aporta poca cantidad de FD cuando tienen menos de 2 g de FD /100 g de alimento.


Propiedades y funciones de la FD:
Los distintos componentes que forman la FD, otorgan diferentes propiedades, que resultan a su vez en diversos efectos fisiológicos.
Pueden retardar el vaciamiento gástrico, reducir las concentraciones de glucemia posprandial, y tienen un efecto beneficioso sobre la sensibilidad a la insulina y prevención de la diabetes.
Las fibras regulan e interfieren con la absorción de grasas y colesterol, así como con la recirculación enterohepática de colesterol y ácidos biliares, que pueden resultar en una reducción de las concentraciones de colesterol sérico, contribuyendo a disminuir el riesgo de enfermedad coronaria.
Las fibras dietéticas también contribuyen a:
- Aumentar el volumen fecal y mejoran el peristaltismo intestinal.
- Disminuir el tiempo de tránsito intestinal, por lo tanto previene la constipación y contribuye a disminuir el riesgo de hemorroides y diverticulosis.
- Moderar la ingesta de energía ya que son capaces de regular el apetito (menor ingesta energética en el mismo tiempo de comida y en la comida subsecuente).
- Interferir en la absorción de nutrientes.
- Estimular la actividad bacteriana positiva del intestino (lactobacillus y bifidobacterias).
- Contribuir en la detoxificación del contenido colónico produciendo ácidos grasos de cadena corta que contribuyen a mantener la integridad de la mucosa intestinal e influyen en el metabolismo de carbohidratos y lípidos