
Diagnóstico
Es un diagnóstico clínico, apoyado por exámenes de laboratorio y técnicas de imagen.
Se basa en una clínica compatible, acompañado comúnmente aumento de transaminasas, fosfatasa alcalina, leucocitosis, hiperbilirrubinemia y alteración de la vía biliar documentada en técnicas de imagen
Tratamiento
El tratamiento se basa en la combinación de medidas de soporte y reanimación, administración de
antibióticos y la realización de un drenaje biliar.
Medidas de soporte y reanimación
Incluyen reposo digestivo, aporte de fl uidos y electrolitos mediante fl uidoterapia, y analgesia por vía endovenosa. Se debe realizar, además, un control de las constantes vitales (frecuencia cardiaca, tensión arterial, oximetría en sangre) y
corregir las posibles alteraciones de la coagulación. En los casos graves, el paciente puede ser trasladado a una unidad de cuidado intensivo para optimizar este soporte.
Antibioterapia
El tratamiento antibiótico deber ser precoz, para controlar la bacteriemia y la sepsis.
Inicialmente la elección del antibiótico se realiza de forma empírica, teniendo presentes una serie de factores como la
actividad antimicrobiana de cada antibiótico frente a las bacterias causantes de la infección biliar, la gravedad del cuadro
clínico, las características de la persona (edad, alteración de la función renal, o alergias), la existencia de resistencias microbianas a los antibióticos en cada área, o la presencia previa de manipulación o cirugía de la vía biliar. Posteriormente,
el tratamiento antibiótico empírico se debería modificar en función de los microorganismos detectados en los cultivos microbiológicos de las muestras de sangre y/o bilis y de su perfi l de sensibilidad.
La duración total del tratamiento antibiótico no está bien defi nida, pero se debería mantener durante un mínimo de 3 a 7 días después de la práctica efi caz de una descompresión biliar.
Descompresión biliar
Es importante tener en consideración que la terapia con antibióticos por sí sola no resolverá el problema en presencia de obstrucción biliar. En estos casos, la alta presión intrabiliar impide la llegada de los antibióticos a su sitio de
acción, y es necesario realizar una descompresión o drenaje. El momento para realizar este procedimiento dependerá
de la gravedad de la colangitis aguda. En aquellos casos graves en los que exista una sepsis, o cuando no existe una
mejoría clínica tras 12-24 horas de tratamiento antibiótico, se debería realizar con carácter urgente en las siguientes
24-48 horas.
La descompresión biliar puede realizarse mediante tres procedimientos: por vía endoscópica (CPRE), mediante un sistema de acceso percutáneo transhepático o por cirugía biliar. En ocasiones, puede ser necesario un abordaje terapéutico
multimodal.
La descompresión por vía endoscópica es el procedimiento de elección y se realiza mediante una técnica denominada CPRE

Complicaciones de la colangitis
- Sepsis o septicemia: se debe a la infl amación de los órganos vitales del organismo, en respuesta a la presencia de bacterias o sus toxinas en la sangre. Puede evolucionar a una disfunción o fracaso multiorgánico, con afectación
- cardiovascular, pulmonar, renal, hepática o neurológica. Es la complicación más temida de la colangitis aguda, dada las elevadas tasas de mortalidad que tiene, si no se consigue realizar un drenaje biliar a tiempo.
- Absceso hepático: debido al paso de bacterias desde los conductos biliares intrahepáticos al parénquima hepático, o bien por llegada de las bacterias desde los vasos sanguíneos en una septicemia. Pueden ser únicos o múltiples. El tratamiento se basa en la administración de antibióticos y el drenaje por vía percutánea o quirúrgica de los de mayor tamaño
- Pancreatitis aguda: es un proceso infl amatorio agudo del páncreas desencadenado por la activación inapropiad de las enzimas pancreáticas, que ocasionan una lesión e infl amación del tejido pancreático. Es posible su aparició en el contexto de una colangitis aguda debido a que uno de los cálculos del conducto biliar puede migrar y obstrui el conducto pancreático a la altura de la papila de Vater, o bien por la manipulación de ésta durante los procedimientos instrumentales para realizar el drenaje biliar.
La mortalidad de la colangitis aguda, que era cercana al 50% antes de la década de los ochenta, ha descendido de forma elevante a menos del 5% desde la introducción rutinaria de los procedimientos endoscópicos para el drenaje de la vía
biliar asociados a tratamiento antibiótico.
Aquellos casos en los que la colangitis se complica con septicemia y no se consigue realizar un drenaje biliar a tiempo, las tasas de mortalidad pueden ser cercanas al 100%.
La causa de la obstrucción biliar también determina el pronóstico en los pacientes que presentan una colangitis aguda, siendo peor en aquellos que presentan una obstrucción neoplásica, posiblemente debido a los trastornos asociados como malnutrición y alteración del sistema inmune.