CONE

Ministerio de Salud y desarrollo social Secretaría de gobierno de salud.

Resolución 670/2019

RESOL-2019-670-APN-SGS#MSYDS

Ciudad de Buenos Aires, 15/04/2019

VISTO la Resolución Ministerial N° 348/2003 y el EX-2018-65236418-APN-DNMIA#MSYDS y

CONSIDERANDO:

Que las políticas de Salud tienen por objetivo primero y prioritario asegurar el acceso de todos los habitantes de la Nación a los Servicios de Salud, entendiendo por tales al conjunto de los recursos y acciones de carácter promocional, preventivo, asistencial y de rehabilitación, sean éstos de carácter público estatal, no estatal o privados.

Que las declaraciones de OMS de 1986 establecen “que las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales (CONE) contribuyen a reducir la morbilidad y mortalidad materno neonatal”.

Que en el marco de las políticas del MINISTERIO DE SALUD Y DESARROLLO SOCIAL se desarrolla el PROGRAMA NACIONAL DE GARANTIA DE CALIDAD DE LA ATENCIÓN MÉDICA, en el cual se agrupan un conjunto de acciones destinadas a asegurar la calidad de las prestaciones en dichos Servicios.

Que entre los objetivos del Programa se encuentran el diseño de instrumentos, la capacitación, sensibilización, investigación y gestión de mejoras de los riesgos sanitarios en los establecimientos de todo el país.

Que la Resolución Ministerial N° 348/2003 “Normas de Organización y Funcionamiento de Servicios de maternidad”, describe las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales (CONE) como condiciones básicas de todas las Instituciones Nivel II y III que atienden partos.

Que el estado debe garantizar que los servicios materno neonatales sean accesibles, oportunos y de calidad para toda la población

Que la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, y la de los recién nacidos debe realizarse en el marco de la seguridad y los derechos de las personas.

Que, según el relevamiento realizado en 2018 por la DIRECCIÓN NACIONAL DE MATERNIDAD , INFANCIA Y ADOLESCENCIA el 36,8 % de los establecimientos de salud que atienden partos en el sector publico no presentan CONE, lo que equivaldría a aproximadamente 23.500 nacimientos anuales.

Que es necesario establecer el mínimo de recursos humanos y físicos indispensables que deben estar presentes en todos los establecimientos donde nacen los niños y niñas, para garantizar los estándares mínimos de seguridad y el cumplimiento de los derechos de los pacientes en la atención materno-neonatal.

Que por lo señalado precedentemente, y a la vista del tiempo transcurrido de la entrada en vigencia de la susodicha Resolución Ministerial N° 348/2003, es menester revisar la misma, incorporando nuevas características y requisitos a las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales (CONE), que se constituyen como un conjunto de requisitos básicos que deben contar todas los establecimientos de salud habilitados para la atención de nacimientos pertenecientes a todo el sistema de atención de salud.

Que la DIRECCIÓN NACIONAL DE CALIDAD EN SERVICIOS DE SALUD Y REGULACIÓN SANITARIA, la SUBSECRETARÍA DE CALIDAD, REGULACIÓN Y FISCALIZACIÓN y la SECRETARÍA DE REGULACIÓN Y GESTIÓN SANITARIA han tomado la intervención de su competencia y avalan su incorporación al PROGRAMA NACIONAL DE GARANTÍA DE CALIDAD DE LA ATENCIÓN MÉDICA.

Que la SECRETARIA DE PROMOCIÓN DE LA SALUD, PREVENCIÓN Y CONTROL DE RIESGOS, la SUBSECRETARIA DE PROMOCIÓN DE LA SALUD Y PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD y la DIRECCION NACIONAL DE MATERNIDAD, INFANCIA Y ADOLESCENCIA han prestado conformidad al dictado de la presente medida.

Que la DIRECCIÓN GENERAL DE ASUNTOS JURÍDICOS ha tomado la intervención de su competencia.

Que la presente medida se adopta en uso de las atribuciones contenidas por la “Ley de Ministerios T.O. 1992”, sus modificatorias y complementarias y lo establecido en el artículo 26 del Decreto 802 del 5 de septiembre de 2018.

Por ello,

EL SECRETARIO DE GOBIERNO DE SALUD

RESUELVE:

ARTICULO.1°.- Apruébanse las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales (CONE) como requisitos esenciales para el funcionamiento todos las establecimientos de salud de nivel II y III, públicos o privados donde se atienden partos que como ANEXO identificado como IF-2018-67765626-APN-DNMIA#MSYDS forman parte integrante de la presente.

ARTICULO 2°.- Establézcase que las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales (CONE) aprobadas por el artículo anterior serán aplicables a los establecimientos sanitarios públicos nacionales, a los establecimientos sanitarios donde se atienden partos que sean objeto de fiscalización por parte de este MINISTERIO, y a aquellos donde se atienden partos de beneficiarios de los Agentes del Sistema Nacional del Seguro de Salud enmarcados en las Leyes Nº 23.660 y Nº 23.661, las Entidades de Medicina Prepaga (Ley Nº 26.682), el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (Ley Nº 19.032), la Obra Social del Poder Judicial de la Nación, la Dirección de Ayuda Social para el Personal del Congreso de la Nación, el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y las Obras Sociales Universitarias (Ley Nº 24.741)

ARTICULO 3°.- Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a incorporar las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales (CONE) como requisitos básicos para el funcionamiento de establecimientos de salud de nivel II y III donde se atiendan partos, públicos o privados, en su jurisdicción.

ARTICULO 4°.- Difúndase a través de todos las direcciones y /o Programas de esta SECRETARÍA DE GOBIERNO el conocimiento de las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales (CONE).

ARTICULO 5º.- Instrúyase a la DIRECCION NACIONAL DE MATERNIDAD, INFANCIA Y ADOLESCENCIA a los efectos de que cada tres (3) años a partir de la aprobación de la presente se revisen las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales (CONE) establecidas en el Articulo 1° en base a los estándares vigentes en el ámbito nacional e internacional.

ARTICULO 6°.- Difúndase a través de la COORDINACIÓN DE MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD Y SEGURIDAD DEL PACIENTE las Condiciones Obstétricas y Neonatales Esenciales (CONE) que se aprueban por el artículo 1° de la presente, a fin de asegurar el máximo conocimiento y aplicación de las mismas en el marco de dicho Programa Nacional.

ARTICULO 7°.- Comuníquese, publíquese, dese a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese. Adolfo Luis Rubinstein

NOTA: El/los Anexo/s que integra/n este(a) Resolución se publican en la edición web del BORA -www.boletinoficial.gob.ar-

e. 22/04/2019 N° 26044/19 v. 22/04/2019

Fecha de publicación 22/04/2019

BAILANDO, PARA NO ESTAR MUERTO

Ray Bradbury, 1997
Introducción al Hombre Ilustrado
Traducción de Francisco Abelenda
Ediciones Minotauro, S.A. 1954, 1977, 1998, 2002, 2009
Barcelona (España).

Una noche, mientras me estaba sirviendo, mi amigo camarero, Laurent, que trabajaba en la Brasserie Champs du Mars cerca de la Torre Eiffel, me habló de su vida.
—Trabajo de diez a doce horas, a veces catorce —me dijo— y después a medianoche me voy a bailar, bailar, bailar hasta las cuatro o cinco de la mañana, y me acuesto y duermo hasta las diez y luego arriba a las once a trabajar diez o doce horas y a veces quince.
—¿Cómo consigue hacerlo? —le pregunté.
—Fácilmente —dijo—. Dormir es estar muerto. Es como la muerte. Así que bailamos, bailamos para no estar muertos. No queremos que eso ocurra.
—Qué edad tiene usted —le pregunté.
—Veintitrés —me dijo.
—Ah —dije, y lo tomé gentilmente por el codo—. Ah. Veintitrés, ¿no?
—Veintitrés —dijo sonriendo—. ¿Y usted?
—Setenta y seis —dije—. Y yo tampoco quiero estar muerto. Pero no tengo veintitrés. ¿Qué puedo hacer?
—Sí —dijo Laurent, inocente y todavía sonriendo—, ¿qué hace usted a las tres de la mañana?
—Escribir —dije al cabo de un momento.
—¿Escribir? —dijo Laurent, asombrado
—Para no estar muerto —dije—, como usted
—¿Yo?
—Sí -dije, sonriendo ahora—. A las tres de la mañana escribo, escribo, ¡escribo!
—Tiene mucha suerte —me dijo Laurent—. Es usted muy joven.
—Hasta ahora —dije y apuré mi cerveza y me fui a sentar adelante de mi máquina de escribir, a terminar un cuento.

¿Cuál es en verdad la coreografia con que engaño a la muerte?

Un cuento tras cuento, El Hombre Ilustrado esconde metáforas a punto de explotar.En la mayoría de los casos ni siquiera sé qué metáforas esperan para imprimirse delante de mi retina .Teorizamos acerca de lo que ocurre en el cerebro, que es sobre todo un pais desconocido. La tarea de un escritor es adueñarse de un tema y ver qué ocurre. La sorpresa, como he dicho a menudo, es todo.

Por ejemplo: una mañana de hace cuarenta y seis años decidí que un cohete estallase y arrojara a mis astronautas al espacio desconocido, para ver qué ocurría. El resultado fue un cuento incluido en innumerables antologías y que apareció y reapareció como texto de colegios y escuelas. Estudiantes del otro extremo del país lo representaron en clase, para enseñarme una vez más que el teatro no necesita puestas en escena, luces, trajes o sonidos. Sólo actores en un colegio o en el garaje de alguien o delante de una tienda que reciten las palabras y sienten la pasión.
Los escenarios desnudos de Shakespeare serán siempre un buen ejemplo. Observando a los niños que interpretan en una brillante tarde de verano en San Fernando Valley, decidí escribir y montar mi propia versión. ¿Cómo mete usted un millón de millas de espacio interplanetario en un tablado de doce metros de largo y seis metros de ancho ante noventa y nueve espectadores? Uno simplemente lo hace. Y cuando el último meteoro humano cae ardiendo por el cielo, no hay un solo ojo seco en el auditorio. Todo espacio, Tiempo, y los corazones de siete hombres que laten atrapados en palabras, y que se liberan cuando las dicen.
«Qué pasaría si» es el término operativo para muchos de estos cuentos.
¿Qué pasaría si aterrizas en un mundo lejano justo el día en que Cristo se ha marchado a otra parte? ¿O si Él estuviera todavía allí, esperando? De ahí .
¿Qué pasaría si puedes crear un mundo dentro de un cuarto, que cuarenta años más tarde será llamado la primera Realidad Virtual, y meter a una familia en ese cuarto con paredes que operan sobre las psiques y desencadenan pesadillas? Construí el cuarto en mi máquina de escribir y puse allí a mi familia. Al mediodía los leones habían saltado desde las paredes y mis niños estaban tomando té como finale.
¿Qué pasaría si un hombre pudiera encargar un robot marioneta que fuera una réplica exacta de sí mismo? Y ¿qué pasaría si cuando sale de noche deja al robot con su mujer?
¿Qué pasaría si todos los autores favoritos de tu infancia vivieran escondidos en Marte porque los libros que han escrito están siendo quemados en la tierra? El principio de otros incendios que yo encendería con libros tres años más tarde: Fahrenheit 451.
¿Qué pasaría si la gente de color (así los llamaban cuando escribí en 1949) arribaran a Marte antes que nadie, echaran raíces, construyeran ciudades, y se prepararan para recibir a otros futuros colonos, los Blancos? ¿Qué ocurriría después? Escribí el cuento para descubrirlo. Luego no pude encontrar una revista norteamericana que quisiera publicarlo. Era mucho antes del movimiento en defensa de los derechos civiles, la guerra fría estaba creciendo, y Parnell Thomas del Comité de Actividades Antiamericanas estaba investigando (Joseph Mc Carthy llegaría más tarde). En ese clima ningún editor quería llegar a Marte con mis inmigrantes negros. Publiqué finalmente en New Story, una revista parisense dirigida por un hijo de Mrtha Foley, David.
Y de nuevo, ¿qué pasaría si tienes un acre de chatarra en el patio de atrás? ¿te tentaría juntarla y viajar a la Luna? Había un depósito así a una docena de metros de mi casa, en Tucson, Arizona, cuando yo tenía doce años. Desde allí yo viajaba a la Luna a la caída de la tarde y después corría hasta un cementerio de elefantes-locomotoras a dos manzanas donde yo trepaba a las abandonadas máquinas de vapor y el tren silbaba en camino hacia Kankakee, Oswego y la distante Rockaway. Entre la chatarra de cohetes y las perdidas locomotoras, nunca estaba en casa. De ahí, los qué pasaría si daban vueltas alrededor de mi cabeza.
En otras palabras, el lado izquierdo de mi cerebro, si hay un lado izquierdo, propone. El lado derecho, si hay un lado derecho, dispone.
Las proposiciones del lado izquierdo son todas inútiles si no hay nada en el derecho. Tuve suerte con mis genes. Dios, el Cosmos, la Fuerza Vital, lo que sea, me dio un lado derecho capaz de atajar cualquier pelota que venga del lado izquierdo. Una mitad, la izquierda parece obvia. La otra mitad, la derecha, es siempre misteriosa, desafiándote a que la saques a la luz.
La sesión, es decir, la máquina de escribir, el ordenador, la pluma, el lápiz y el papel están ahí para echar mano a los fantasmas antes de que se desvanezcan en el aire.
Basta de comedias, hubiera refunfuñado mi padre. ¿Qué quiere decir todo eso en simples palabras? Lo que intento decir es que el proceso creativo se parece mucho al viejo método de sacar fotografías con una gran cámara y tú alrededor bajo una tela negra buscando imágenes en la oscuridad. Los sujetos de las fotos no se quedan quietos. Quizá haya demasiada luz, pero no la suficiente. Uno puede buscar a tientas, pero de prisa, esperando encontrarse con una instantánea revelada.
Éstas, pues, son instantáneas reveladas, que se alzan al alba, se posan en el desayuno y terminan al mediodía. Todas sin finales, o desgraciados justo después del almuerzo, o con un café liviano o un brandy fuerte a las cuatro de la tarde.
Dando una oportunidad al amor, como dice una vieja canción.
O en las palabras de la canción de las doce sillas, de Mel Brooks:
Espera lo mejor,
espera lo peor,
tú puedes ser Tolstói
o también Fannie Hurst.
Espero encontrarme con H. G. Wells o tener la compañía de Jules Verne. Cuando trabajo en un espacio viviente entre los dos, entro en éxtasis.
Termino como comencé. Con un amigo camarero parisense, Laurent, bailando toda la noche, bailando, bailando.
Mis melodías y números están aquí. Han llenado mis años, los años en que rehusé morirme.
Y para eso mismo escribo, escribo, escribo, al mediodía o a las tres de la mañana.
Para no estar muerto.

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar